Peter Snell, el mito neozelandés del medio fondo de los años sesenta, cumplió ayer 76 años.
En 1960, en los Juegos de Roma, ganó el oro en los 800 metros, y cuatro años más tarde, en los Juegos de Tokio 1964, completó su leyenda con un histórico doblete en 800 y 1500 metros. Entre medias, en 1962 batió cinco récords del mundo en la milla, los 800 metros, las 880 yardas y los 1.000 metros, y cuando se retiró en 1965 con sólo 26 años ya era historia del atletismo y el deporte. Años después sería nombrado como mejor deportista de Nueva Zelanda del siglo veinte.